terça-feira, 21 de junho de 2011

Saiu na mídia #8 Um país sem bibliotecas

Caro leitor,

mesmo em espanhol, compartilho importante matéria publicada no jornal Público da Espanha 

http://www.publico.es/culturas/381738/un-pais-sin-bibliotecas por Roberto Arnaz

Un país sin bibliotecas

La crisis económica amenaza el sistema de préstamo gratuito de libros en Estados Unidos, iniciado hace más de 160 años. También afecta a las librerías del país, convertidas en una especie en peligro de extinción

ROBERTO ARNAZ Los Ángeles 14/06/2011 00:30 Actualizado: 14/06/2011 14:30

"Por el grosor del polvo en los libros de una biblioteca pública puede medirse la cultura de un pueblo". John Steinbeck, uno de los más grandes escritores estadounidenses de mediados del siglo XX, era consciente de la
importancia del acceso a la literatura para el desarrollo de la sociedad. Vivió en primera persona los rigores de la Gran Depresión, pero salió adelante y convirtió su desdicha en una inolvidable colección de novelas que le valió el Premio Nobel de Literatura en 1962. Fue testigo de cómo la creación de una red pública de bibliotecas permitió el acceso a la alfabetización para los más desfavorecidos, al Estado del bienestar y a un nivel cultural con el que sus propios abuelos sólo podrían soñar. Sin embargo, el sueño de Steinbeck y su propio legado están a punto de perecer víctimas de una crisis económica y cultural que amenaza con acabar de un plumazo con el agonizante sistema estatal de préstamo gratuito de libros nacido en 1848 con la inauguración de la biblioteca de Boston.
Los datos que maneja la Asociación Nacional de Bibliotecas (ALA, según sus siglas en inglés) son estremecedores. Desde la llegada de la inestabilidad financiera, 438 de los cerca de 16.000 archivos literarios que hay en el país han cerrado sus puertas y varios centenares más están en la cuerda floja, entre ellos el de Salinas (California), cuna de Steinbeck y guardián de su obra. Esta pequeña biblioteca ya consiguió regatear la crisis en 2005 gracias a los 3,2 millones de dólares de un donante privado, a los que se unieron medidas de control del gasto, como la rebaja del 5% en los salarios de sus trabajadores, y a una considerable reducción del horario de apertura durante el verano: desde el cierre de los colegios en junio hasta el inicio del nuevo curso sólo permanece abierta ocho horas a la semana.
De forma parecida, todas las ciudades en Estados Unidos, grandes, medianos y pequeños núcleos urbanos, se están viendo obligadas a cerrar sus bibliotecas públicas o, al menos, limitar su horario hasta la mínima expresión. Cerrojazo a la cultura gratuita en Detroit, que estudia echar la persiana en todas sus sucursales, y Denver, dispuesta a cercenar el número de sedes a la mitad. Mientras, el estado de Michigan ya tiene fecha para cerrar tres de sus 103 bibliotecas, el 10 de junio.

Recortes anticonstitucionales

La noticias no son mejores en Nueva York, donde gracias a estas instituciones circulan más de 35 millones de libros, CD y DVD cada año. El nuevo presupuesto de la ciudad para 2012 prevé un recorte de 40 millones de dólares en la financiación de bibliotecas públicas, además de la destrucción de 1.500 empleos.
Para los expertos de ALA, lo que los gobiernos locales, estatales y la mismísima Casa Blanca están haciendo con las oficinas de préstamo de libros es inconstitucional, ya que "las bibliotecas son un bien público esencial, un pilar fundamental en las sociedades democráticas". La asociación recuerda a los políticos que "el derecho de los ciudadanos a leer, buscar información y expresarse libremente en las bibliotecas está garantizado por la primera enmienda" de la Carta Magna estadounidense.
En EEUU apenas quedan 3.000 librerías y cerca de 700 son independientes 
Pero las quejas de los bibliotecarios están cayendo en saco roto. Las bibliotecas públicas de todo el país son las víctimas preferidas de los asesores presupuestarios. En los últimos cuatro años, más de la mitad de los estados del país han recortado la ya ajustada financiación de las bibliotecas por encima del 10%. Los gobiernos estatales y locales con problemas de caja han visto en las bibliotecas una presa fácil. Un estudio de la Federación Nacional de Alcaldes afirma que, tras los servicios de mantenimiento de parques y jardines, los archivos de libros fueron la segunda opción preferida para pasar el cuchillo del ahorro: el 39% de los gobiernos locales reconoció que recortó el presupuesto a las bibliotecas durante el año pasado.
Para justificar la caza de brujas, los estadistas se basan en los informes que hablan de una caída del uso de estas instituciones para justificar los recortes. Desde mediados de 1990, la tendencia a la baja en el uso de la biblioteca ha sido bien documentada por medios y asociaciones. Con la rápida expansión de internet, los ciudadanos comenzaron a buscar respuestas en la forma más rápida y más conveniente. Una reciente investigación realizada por la Asociación de Bibliotecas de Investigación revela que las consultas se han reducido una media del 4,5% al año, mientras que los datos de circulación han caído al nivel de 1991.

Menos profesionalidad

Pero a este argumento también se le puede dar la vuelta: defender que las bibliotecas son mucho más que centros de lectura y que permiten a las personas sin recursos acceder a educación y utilizar nuevas tecnologías como ordenadores o internet. El Ayuntamiento de Filadelfia ha llegado a la conclusión de que los archivos públicos crearon un impacto económico en la ciudad de más de 30 millones de dólares en el año fiscal 2010. De hecho, se estima que 8.600 empresas no se han iniciado o mantenido sin los conocimientos adquiridos en la Biblioteca Pública de Filadelfia.
Con el presupuesto exprimido, si las bibliotecas quieren mantenerse abiertas, deben entregarse a la privatización. Varias sucursales de California se han visto obligadas a acudir a Sistemas de Bibliotecas y Servicios LLC (LSSI), una empresa que se compromete a mantenerlas en funcionamiento por menos dinero. "Las bibliotecas en California ya no podemos cumplir con nuestra misión básica", reconoce Clara DiFelice, responsable de la biblioteca del Distrito Beaumont, para quien "dejarse engullir por los depredadores a través de la privatización reducirá la profesionalidad de las bibliotecas".
El pasado mes de octubre, la biblioteca del municipio californiano de Santa Clarita fue la primera en retirarse del sistema del condado de Los Ángeles para firmar un contrato con LSSI. La decisión generó numerosas críticas y provocó que los votantes de California aprobasen la Proposición 22 en las elecciones legislativas de noviembre, impidiendo que el estado paliase su deuda desviando a sus arcas los fondos con los que se financian las bibliotecas. De hecho, el 93% de los estadounidenses cree que las bibliotecas, a las que acuden más de 87 millones de personas en todo el país, deben ser "un servicio público y gratuito".

Grandes y pequeñas librerías

La crisis bibliotecaria se ha trasladado también a las tiendas de libros. Tras el desmantelamiento de más de 200 establecimientos de la cadena Borders, en Estados Unidos apenas quedan 3.000 librerías, de las que únicamente entre 700 y 900 son independientes, es decir, no pertenecen a ningún gran grupo. Desde principios de año, varias librerías emblemáticas de todo el país han cerrado sus puertas esta semana, incluyendo la librería Cody de San Francisco, con más de medio siglo de historia y que se hizo famosa durante las protestas contra la Guerra de Vietnam dando cobijo a los estudiantes de la Universidad de Berkeley que huían de las cargas policiales y los gases lacrimógenos.
Detroit estudia cerrar todas sus bibliotecas y Denver, la mitad de ellas 
"Simplemente no teníamos trabajo. Nos hemos convertido en un gran almacén de libros con muchos gastos y pocos ingresos". Así justificaba el cierre de sus tiendas Andy Ross, propietario de una cadena de librerías en la que en sus momentos de gloria firmaron autógrafos autores y personalidades como Norman Mailer, Bill Clinton, Jimmy Carter, Tom Robbins, Mohammed Ali o Salman Rushdie, que fue atacado con un cóctel molotov durante su visita a Cody.
Pero no sólo los pequeños libreros independientes se han llevado el golpe de la caída del interés por los libros en formato papel. El gigante Barnes & Noble, el mayor grupo de venta de literatura, cerrará su tienda insignia en Nueva York a finales de año. Situada en uno de los lugares más exclusivos de la Gran Manzana, en el número 4 de Astor Place, la cadena no puede afrontar el alquiler. Según reconoció la portavoz del grupo, Mary Ellen Keating, "nos gustaría estar allí, pero realmente no nos lo podemos permitir".
La pregunta que ahora se hacen los agentes del sector es: si la situación actual es grave, cuando aún el 70% de los libros se compran en librerías, ¿qué sucederá cuando, como pronostican los expertos, las ventas online lleguen al 75% en 2020?

Gran Bretaña también se opone a los recortes

Cierre de bibliotecas
El recorte del gasto público iniciado por el Gobierno británico a principios de 2011 amenaza con el cierre de bibliotecas públicas, que podría llegar a afectar a 468 centros. El Consejo de las Artes confirmó que la reducción de fondos afectaría a museos pequeños, bibliotecas y archivos, cuya partida ha pasado de 13 a 3 millones de libras.
Manifestaciones
En febrero se organizaron hasta 40 manifestaciones, además de un llamamiento a la gente para que literalmente vaciara las estanterías, aunque luego debía devolver los libros. "La gente ama y utiliza sus bibliotecas", dice Alan Gibbons, uno de los impulsores de la campaña. "¿No es hora de que el Gobierno rectifique este programa destructivo e indiscriminado de cierres y haga lo mismo?" 

Un ‘videoclub' de libros para Washington

Las autoridades del condado de Washington (Minnesota) están dispuestas a degradar sus bibliotecas a poco más que máquinas de ‘vending'. La ciudad de Hugo será la primera en instalar el sistema denominado Library Express en poco más que un kiosco de autoservicio en el que se pueden solicitar, recoger y devolver materiales de la biblioteca. Los políticos han encontrado en esta suerte de ‘videoclub' electrónico la excusa perfecta para prescindir de la mayoría del personal de las bibliotecas públicas y lograr el equilibrio en sus maltrechos libros de cuentas. 

quinta-feira, 19 de maio de 2011

Saiu na mídia #7 Livro em papel sempre terá um mercado

Caro leitor,

neste início de trabalho no novo emprego, na Cosac Naify, está díficil escrever para este blog. Enquanto não é possível escrever posts meus, permitam-me compartilhar assuntos ligados ao livro e às livrarias publicados na mídia. A entrevista abaixo saiu no The Wall Street Journal e tem informações bem interessantes.


Jeffrey A. Trachtenberg
The Wall Street Journal
Poucos executivos do meio editorial têm uma visão mais privilegiada da rapidez com que a tecnologia digital vem transformando o setor do que John Makinson, o diretor-presidente da Penguin Group, a divisão de livros da Pearson PLC.
A editora publica mais de 4.000 títulos de ficção e não ficção no mundo. Decidir como e onde vender todos esses livros está muito mais complicado do que quando Makinson assumiu a presidência, em 2002. Na época, o negócio de livros digitais era pequeno e o impacto de descontos na internet não se fizera sentir em sua totalidade.

Entre as decisões cruciais de Makinson está a adoção do "modelo de agência": nele, a editora estipula o preço de venda do livro digital e dá ao varejo 30% da receita. Hoje, o modelo está sendo examinado de perto por órgãos de defesa da concorrência nos EUA e na Europa.

A Penguin também é uma das três grandes editoras por trás do Bookish.com, site anunciado na sexta-feira que se concentrará em novos títulos e autores e venderá diretamente ao consumidor.

Diretor financeiro da Pearson de 1996 a 2002, Makinson, de 56 anos, também editou por um tempo a coluna Lex no "Financial Times". Recentemente, falou ao Wall Street Journal sobre e-books baratos, leitura digital e livrarias independentes.
[Penguin] Daniella Zalcman para The Wall Street Journal
John Makinson, diretor-presidente da Penguin, acredita que muitas pessoas querem presentear, compartilhar e guardar livros em papel
Trechos:

WSJ: O livro impresso, em papel, vai deixar de ser publicado um dia?
John Makinson: Não, não creio. Há uma diferença cada vez maior entre o leitor de livros e o proprietário de livros. O leitor de livros quer apenas a experiência de ler o livro e é um consumidor digital natural: em vez de comprar um livro barato descartável, compra um livro digital. Já o proprietário do livro quer presentear, compartilhar e guardar livros. Adora a experiência. À medida que formos melhorando o produto físico, em especial a brochura e a capa dura, o consumidor vai pagar um pouco mais por essa experiência melhor. Outro dia, fui conferir a venda de clássicos em domínio público em 2009, quando todos esses livros estavam disponíveis de forma gratuita. O que descobri foi que nossas vendas tinham subido 30% naquele ano. O motivo é que estávamos começando a vender edições de capa dura — mais caras — pelas quais o público se dispunha a pagar. Sempre haverá um mercado para o livro em papel, assim como creio que sempre haverá livrarias.

WSJ: A seu ver, qual será a participação de mercado do livro digital nos EUA em 2015?
Makinson: Bem mais de 30%. O ritmo de crescimento no Reino Unido e em outros mercados é um pouco mais lento do que se esperaria se olharmos para a experiência americana. É que a penetração de aparelhos de leitura se dá muito mais lentamente.

WSJ: A lista de best-sellers do Kindle, da Amazon, é dominada por títulos baratos, bancados pelo próprio autor. Muitos custam US$ 2,99 ou menos. Para editoras tradicionais, essas obras independentes são uma ameaça?
Makinson: Esse é um mercado novo que, economicamente falando, é inviável no formato em papel. Não há como imprimir, distribuir e fazer estoque de um livro a esse preço. Mas, como editoras, provavelmente teremos de participar. (...) Além disso, vamos olhar para o catálogo. Talvez haja público para um western de US$ 1,99. É preciso muito cuidado, no entanto, para garantir que esse novo mercado não comprometa as vendas de Clive Cussler, Tom Clancy, Patricia Cornwell e Ken Follett.

WSJ: Qual o maior desafio para as livrarias num momento em que há milhões de títulos em papel à venda na internet e no qual a receita com livros digitais está dobrando?
Makinson: O varejo [tradicional] de livros tem futuro. O problema, em grande parte, não é só que há livrarias demais, mas que são muito grandes. Como diversificar a oferta ao consumidor para fazer um uso produtivo do espaço sem perder a experiência de se estar em uma livraria?

WSJ: Livrarias independentes sempre tiveram um papel fundamental no lançamento de obras literárias. Com o crescimento do livro digital e da venda on-line, quantas dessas lojas independentes vão sobreviver, considerando que estão sujeitas às mesmas forças que afetaram redes de livrarias maiores?
Makinson: Tenho uma livraria independente na Inglaterra, [a Holt Bookshop, em Norfolk, de cerca de 230 metros quadrados], então tenho um interesse aqui. Não quero soar ingênuo: vai ser muito difícil. Se formos ver as vantagens competitivas estruturais da Amazon em relação a uma livraria convencional, é espantoso. Mas as pessoas estão dispostas a pagar um preço maior numa livraria independente sabendo que podem comprar [o mesmo livro] por menos em outro lugar. É que o consumidor tem um envolvimento emocional com a livraria, sente que a livraria está prestando um serviço público, não só comercial. Não vejo indícios de que as livrarias independentes se tornarão obsoletas.

WSJ: O sr. lê em formato eletrônico?
Makinson: Quando viajo, uso um aparelho digital, principalmente para leitura de manuscritos. Se for só para ler livros, provavelmente vou optar pelo Kindle. Mas, se quiser viajar com um aparelho que me dê acesso ao e-mail em trânsito, é possível que leve um iPad. Também leio livros em papel.

segunda-feira, 25 de abril de 2011

Saiu na mídia #6 O Futuro do Direito Autoral

Tendo em vista a importância do tema reproduzo abaixo o que foi publicado originalmente no Phonoblog. Destaco esta passagem que entendo deva ser o fio condutor da questão dos direitos autorias. "Precisamos falar menos em termos de pirataria e muito mais em termos da ameaça para a viabilidade financeira da cultura no século 21, porque é isso que está em risco se não tivermos uma política de direitos autorais efetiva e devidamente equilibrada." Francis Gurry
A partir daqui é o texto que está no Phonoblog.

Diante da importância das ideias, argumentos e propostas expostas nesta conferência pelo Diretor Geral da WIPO, Francis Gurry, decidimos traduzir integralmente o texto para o português. Um obrigado a Pena Schmidt pelo repasse do original. 
Tradução de Juliano Polimeno, CEO da Phonobase Music Services
Blue Sky Conference: Future Directions in Copyright Law
Queensland University of Technology, Sydney, Australia
O Futuro do Direito Autoral (Texto original em inglês “The Future of Copyright“)
Francis Gurry, Diretor Geral da WIPO (World Intellectual Property Organization)
25 de fevereiro de 2011

Estou muito satisfeito por ter a oportunidade de participar desta Conferência. Parabenizo a Faculdade de Direito da Universidade de Tecnologia de Queensland (QUT) e os principais organizadores da Conferência, Professor Brian Fitzgerald e Ben Atkinson, por assumir o desafio lançado pela sociedade digital.

Poucas questões de propriedade intelectual ou, se me permitem sugerir, de política cultural são tão importantes quanto as consequências da mudança estrutural revolucionária introduzida pela tecnologia digital e pela Internet. Recentemente, como o número de pessoas no mundo com acesso à Internet passa de dois bilhões (1), o apoio para endereçar as consequências dessa mudança fundamental atingiu o nível mais alto. Ambos Sarkozy, presidente da França, e Medvedev da Rússia pediram ao G20 para analisar a questão. Em seu discurso em Davos, no início deste ano, o presidente Medvedev declarou que “os antigos princípios de regulação da propriedade intelectual não estão mais funcionando, principalmente quando se trata da Internet “. Isso, afirmou, “carrega o colapso de todo o sistema de propriedade intelectual”.

A tecnologia digital e a Internet criaram o mais poderoso instrumento para a democratização do conhecimento desde a invenção dos tipos móveis para impressão. Eles introduziram a fidelidade perfeita e custos próximos a zero na reprodução de obras culturais e uma capacidade sem precedente de distribuir essas obras pelo globo a velocidades instantâneas e, de novo, com custos próximos a zero.

A promessa sedutora de acesso universal a trabalhos culturais veio com um processo de destruição criativa que tem abalado os alicerces dos modelos de negócio de nossas indústrias criativas pré-digitais. Subjacente a este processo de mudança há uma questão fundamental para a sociedade. É a questão central da política de direitos autorais. Como a sociedade pode tornar as obras culturais disponíveis para o maior público possível, a preços acessíveis e, ao mesmo tempo, assegurar uma existência econômica digna aos criadores e intérpretes e aos parceiros de negócios que os ajudam a navegar no sistema econômico? É uma questão que implica uma série de equilíbrios: entre a disponibilidade, por um lado, e o controle da distribuição de obras como forma de extrair valor, por outro; entre consumidores e produtores; entre os interesses da sociedade e os do criador individual; e entre a gratificação a curto prazo do consumo imediato e do processo de longo prazo de fornecer incentivos econômicos que premiam a criatividade e fomentam uma cultura dinâmica.

A tecnologia digital e a Internet tiveram, e continuarão a ter, um impacto radical sobre esses equilíbrios. Eles deram um avanço tecnológico para um lado da balança, o lado da livre disponibilidade, do consumidor, do desfrute social e da gratificação a curto prazo. A história mostra que é uma tarefa impossível reverter o desenvolvimento tecnológico e a mudança que ele produz. Ao invés de resistir a isso, temos de aceitar a inevitabilidade da mudança e buscar um engajamento inteligente com ela. Não há, de qualquer forma, outra escolha – ou o sistema de direitos autorais se adapta ao natural avanço que ocorreu ou irá se extinguir.

Adaptação, neste caso, exige, na minha opinião, ativismo. Estou convencido de que uma atitude passiva e reativa aos direitos autorais e à revolução digital acarreta um risco maior de que os resultados da política serão determinados por um processo darwiniano de sobrevivência do modelo de negócios mais apto. O modelo de negócios mais forte pode vir a ser aquele que alcança ou respeita o equilíbrio do direito social na política cultural. Ele também pode, no entanto, vir a não respeitar esses equilíbrios. Os equilíbrios não deverão, em outras palavras, ser deixados ao léu das possibilidades tecnológicas e da evolução dos negócios. Eles devem, sim, ser estabelecidos através de uma resposta política consciente.

Existem, acredito eu, três princípios principais que poderiam nos guiar no desenvolvimento de uma resposta política de sucesso. O primeira deles é a neutralidade para com a tecnologia e os modelos de negócios desenvolvidos em resposta à tecnologia. O objetivo do direito autoral é não influenciar as possibilidades tecnológicas para a expressão criativa ou modelos de negócio construídos sobre essas possibilidades tecnológicas. Também não é seu propósito preservar os modelos de negócios estabelecidos no âmbito das tecnologias obsoletas ou moribundas. Sua finalidade é, creio eu, trabalhar com qualquer e com todas as tecnologias para a produção e distribuição de obras culturais, e extrair algum valor dos intercâmbios culturais possibilitados por essas tecnologias para retornar aos criadores e intérpretes e aos parceiros de negócios envolvidos por eles para facilitar esse intercâmbio cultural através do uso das tecnologias. O direito autoral deve promover o dinamismo cultural, não preservar ou promover interesses comerciais escusos.

Um segundo princípio é o da abrangência e coerência na resposta política. Não acho que exista uma resposta mágica. Ao invés disso, é mais provável que uma resposta adequada venha de uma combinação de leis, infraestrutura, mudança cultural, colaboração institucional e melhores modelos de negócio. Deixe-me comentar cada um desses elementos brevemente.

A Lei foi por muitas décadas, senão séculos, considerada a forma de fazer política de direitos autorais. Ela ainda deve ser o árbitro final, mas sabemos que é um instrumento bastante rígido e limitado no ambiente digital. Nesse ambiente, o volume de tráfego, a natureza internacional ou multi-jurisdicional de tantas relações e transações e o regulamento frouxo do Domain Name System, que permite um elevado grau de anonimato, fazem da lei mera sombra de si mesma no mundo físico, uma força enfraquecida. Suas instituições e seu alcance estão presos em uma gaiola territorial, mesmo que o comportamento econômico e tecnológico tenha rompido essa gaiola já há algum tempo. Em consequência, a cultura da Internet é tal que plataformas influenciam comportamentos, tanto quanto, senão mais, do que as leis.

Reconhecendo a limitação da lei, e sua incapacidade de fornecer uma resposta abrangente, não significa que devemos abandona-la. Existem muitas e importantes questões jurídicas a serem abordadas. Entre elas, creio que a questão da – e aqui eu uso, ou faço uso indevido, deliberadamente de um termo do direito civil – responsabilidade dos intermediários é primordial. A posição dos intermediários é chave. Eles são, ao mesmo tempo, prestadores de serviços, bem como parceiros, concorrentes e até clones de criadores, artistas e seus parceiros de negócio, daí a dificuldade que temos para chegar a uma posição clara sobre o papel dos intermediários.

Como havia sugerido, penso que a infraestrutura é parte tão importante da solução quanto as leis. Vamos ousar dizer que a infraestrutura do mundo da gestão coletiva está desatualizada. Ela representa um mundo de territórios separados onde o titular do direito se expressa em diferentes meios, não o mundo multi-jurisdicional da Internet ou a convergência da expressão em tecnologia digital. Isso não quer dizer que a gestão coletiva ou as sociedades de gestão coletiva não são mais necessárias. Mas elas precisam de reforma e evolução. Precisamos de uma infraestrutura global que permita a concessão simples de licenças globais, algo que torne a tarefa de licenciamento de obras culturais legalmente na Internet tão fácil quanto a obtenção de tais obras ilegalmente. O tempo não me permite entrar em detalhes, mas gostaria de repetir duas mensagens de conferências recentes (2). Primeiro, eu acredito que um registro internacional de música – um banco de dados do repertório global – seria um passo muito importante e necessário no sentido de estabelecer a infraestrutura para o licenciamento global. E, segundo, a fim de ser bem sucedida, essa futura infraestrutura global deve trabalhar com as sociedades de gestão coletiva existentes e não tentar substituí-las. Ela deve proporcionar um meio de liga-las em um sistema global, assim como o Patent Cooperation Treaty (PCT) liga os escritórios de patentes do mundo, ao invés de substituí-los.

Além das leis e da infraestrutura, temos a cultura, e a Internet desenvolveu, como sabemos, sua própria cultura, que viu um partido político, o Partido Pirata, emergir para disputar eleições tendo como plataforma a abolição ou a reforma radical da propriedade intelectual, em geral, e do direito autoral, em particular. A plataforma do Partido Pirata proclama que “[o] monopólio do detentor de direitos de explorar comercialmente uma obra estética deve ser limitada a cinco anos após a publicação. Um termo de cinco anos de direitos autorais para uso comercial é mais do que suficiente. O uso não-comercial deve ser livre desde o primeiro dia.”

O Partido Pirata pode ser uma expressão extrema, mas o sentimento de aversão ou desrespeito à propriedade intelectual na Internet é generalizado. Olhe para a incidência de download ilegal de música. Podemos discutir sobre a melhor metodologia a ser usada para medir esse fenômeno, mas estamos todos certos de que a prática atingiu proporções alarmantes.

Para efetuar uma mudança de atitude, penso que precisamos reformular a pergunta que a maioria das pessoas veem ou ouvem sobre direitos autorais e Internet. As pessoas não reagem ao serem chamadas de piratas. De fato, alguns, como vimos, até mesmo tem orgulho disso. Eles responderiam, creio eu, a um desafio de compartilhar responsabilidade pela política cultural. Precisamos falar menos em termos de pirataria e muito mais em termos da ameaça para a viabilidade financeira da cultura no século 21, porque é isso que está em risco se não tivermos uma política de direitos autorais efetiva e devidamente equilibrada.

O quarto elemento em um projeto abrangente e coerente é a colaboração institucional. Esta é uma área muito delicada, onde qualquer ação pode ter uma influência desproporcional sobre a batalha pelos corações e mentes do público sobre a questão da política de direitos autorais. É também uma área um pouco incoerente, com diferentes abordagens nacionais, algumas enfatizando ações contra consumidores e outras mirando os intermediários; abordagens multilaterais no Anti-Counterfeiting Trade Agreement (ACTA), e algumas ações práticas da indústria ou códigos de auto-regulação.

Acredito que precisamos de maior coerência, se estamos dispostos a fazer progressos nesta área. Precisamos definir com sensatez quais objetivos compartilhamos, começando de forma modesta. Mas estamos muito limitados pela relutância de alguns países para acolher qualquer discussão ou ação internacional nesta área.

O elemento final de um projeto abrangente e coerente são melhores modelos de negócio. Isto está, sem dúvida, acontecendo agora. Mas a história não acabou e, para o futuro, devemos sempre lembrar a nós mesmos que a história do confronto de nosso mundo do direito autoral clássico com o ambiente digital tem sido mais um conto de pesar da resistência Luddite (3) do que um exemplo de engajamento inteligente.

Deixe-me ir para a sugestão final de um princípio orientador que conduza a uma resposta de sucesso para o desafio digital. Creio que precisamos de mais simplicidade nos direitos autorais. O direito autoral é complicado e complexo, refletindo as sucessivas ondas de desenvolvimento tecnológico nos meios de expressão criativa ,da impressão à tecnologia digital, e as respostas de negócios para esses diferentes meios. Corremos o risco de perder nossa audiência e apoio público, se não pudermos tornar a compreensão do sistema mais acessível. Gerações futuras irão claramente se lembrar de muitas das obras, direitos e agentes de negócios de que falamos como bonitos artefatos da história cultural, algo que o disco de vinil tornou-se num espaço muito curto de tempo. A obra digital vai alterar as dimensões. Vemos isso acontecendo com o conteúdo gerado pelo usuário. Também com a impressão 3D ou fabricação por adição de camadas (additive manufacturing) onde o arquivo digital é a tecnologia de fabricação e a fábrica. Este é o reino do céu azul e espero que esta Conferência possa começar a desenvolver as ferramentas para explorar esse céu.

NOTAS:
(1) International Telecommunication Union, The World in 2010: ICT facts and figures.
(2) Address at Music: Sounding out the Future, Beijing, November 2011 and KeyNote Speech at MidemNet 2011, Cannes, France, January 2011.
(3) Os Luddites foram um movimento social de operários ingleses do início do século 19 que destruíram suas máquinas de trabalho como forma de protesto. Refere-se geralmente àquele que se opõe a mudanças tecnológicas.

sexta-feira, 4 de março de 2011

A Transformação das Livrarias no Brasil: do livro ao...

Até o início dos anos 1990 do século passado, quando se pensava em livraria, a imagem que surgia em nossa mente era a de uma espécie de santuário onde nós, leitores, podíamos ter contato com os livros e comprá-los. Passados 20 anos, quando se fala em livraria, qual é a imagem que surge para você?

Hoje nas livrarias, além dos livros, é possível encontrar CDs; DVDs; games; revistas; produtos da linha papelaria, desde um simples lápis a caixas vazias para presente ou para guardar quinquilharias; computadores e toda linha de insumos de informática; TVs e outros eletrônicos; brinquedos; produtos exclusivos, que não livros, com a marca da livraria. Também é possivel tomar café-da-manhã, almoçar, lanchar e jantar. Para além das tradicionais noites de autógrafos, são oferecidos ciclos de debates e palestras. É possível fazer cursos, assistir a pocket shows, recitais de poesia, ir ao teatro e, recentemente, ir ao cinema. Ah, já ia esquecendo, nos fins de semana, ao invés de levar seus filhos para a pracinha, existe a opção de levá-los para as livrarias e participar das diversas atividades oferecidas em muitas delas: contação de histórias, teatrinho de fantoches, teatro infantil, oficinas de ilustração, de dobraduras e modelagem etc, etc, etc.

É claro que tudo isso não aconteceu de uma hora para a outra, num piscar de olhos ou estalar de dedos. Foi, e ainda é, um processo de adequação e permanente busca por novas oportunidades comerciais que, na maioria das vezes, só são vislumbradas por poucos. Depois, quem não pensou primeiro, tem que copiar.

Mas, como chegamos a este momento atual das livrarias? Como começou esse processo da transformação que vivenciamos agora? Em conversa  com José Luiz Goldfarb (@jlgoldfarb) via Twitter, tive a confirmação que a Livraria Belas Artes (1979-2006), localizada na Av. Paulista n. 2448, perto da Consolação, foi a primeira a ter café e espaço para eventos. Goldfarb foi o proprietário entre 1985 e 2003.

Pelo que foi possível apurar, somente em 1996 outras livrarias passaram a ter cafés, fossem eles grandes ou pequenos espaços. Naquele ano a Livraria Argumento no bairro do Leblon, RJ, inaugurou o Café Severino e a Livraria da Travessa, ao inaugurar sua primeira loja em Ipanema, RJ, também ofereceu um espaço com café. Ainda em 1996 foi inaugurada em Belo Horizonte a Livraria Café com Letras. Em Brasília, agora em 1998 (12 de julho), foi aberta mais uma livraria com o nome Café com Letras (sem relação com a de BH). No ano 2000 a Livraria Cultura, com a loja do Shopping Villa-Lobos, também passou a ter um café. O que foi tendência, consolidou-se e hoje, qualquer livraria que abre suas portas, seja grande, média ou pequena, de rede ou não, tem um espaço com café.

As livrarias, principalmente as maiores, foram percebendo que o café ajudava as pessoas a ficarem mais tempo dentro da livraria, o que aumentava a possibilidade de mais vendas. Com isso, esses espaços começaram a ser ampliados e transformados em bistrôs e restaurantes. E, é claro, tiveram que ser terceirizados, para que as livrarias não perdessem seu foco de negócio: o livro.

O passo seguinte na transformação das livrarias foi a presença de auditórios, sejam eles grandes ou pequenos. Salvo engano, o primeiro foi o da Livraria Cultura, em 2000, no Shopping Villa-Lobos. O Ática Shopping Cultural, inaugurado em 1997 em São Paulo, tinha um espaço para eventos, mas não era um auditório com poltronas ou cadeiras.

Quem melhor trabalhou a questão dos auditórios até agora e incorporou esse espaço a cada nova loja que abriu, sem exceção, foi a Livraria Cultura. É importante observar que não adianta ter um auditório só para dizer que o tem. Afinal, ocupa um espaço em torno de 70 a 100 m², e esse espaço será bem caro, se não for devidamente utilizado. E ser bem utilizado implica em conseguir que, diariamente, nele sejam realizadas atividades culturais. Para que isso ocorra, há que se ter uma boa equipe de eventos nos quadros da livraria. Portanto, é bem mais complexo do que parece ter um auditório dentro de uma livraria.

Em julho de 2010 já escrevi neste blog sobre as pequenas livrarias (leia aqui). Direcionando agora o olhar para as livrarias de rede, identifico dois grandes modelos de negócio, capitaneados pela Saraiva e pela Cultura. Existem outras redes que desenvolvem trabalhos parecidos, além de comercializarem e oferecerem a seus clientes um espectro semelhante de produtos. Os resultados, pelos mais diversos motivos, variam entre cada uma dessas redes. O certo é que, até agora, todas têm sucesso dentro das suas propostas de negócio.

Pelo lado do modelo de negócio da Saraiva, identifico semelhanças entre a Fnac, a Livrarias Curitiba e a Leitura (sede em BH). Pelo lado da Cultura vejo semelhanças entre a Travessa e a Livraria da Vila.

De comum no mix de produtos entre elas, além dos livros, estão os CDs, os DVDs e os games, além de alguns jogos educativos. O modelo de negócio Saraiva e redes semelhantes, opta por oferecer a seus clientes, nas lojas físicas, outros produtos das linhas papelaria, informática, eletrônicos, softwares, telefonia, cine e foto etc. Com isso, é claro que o espaço reservado para a exposição de livros e suas estantes é bem menor. Em algumas megas a área para produtos que não são livros já passa da metade do espaço total da loja. Já o modelo de negócio Cultura e redes semelhantes, aposta em concentrar a oferta de produtos nos livros que, assim, ocupam a maior parte do espaço físico dessas lojas.

Agora em janeiro e fevereiro foi noticiado que até as megas livrarias dos Estados Unidos e Austrália, por exemplo, estão fechando as portas. Mesmo o mercado brasileiro sendo bem diferente e ainda tendo muito para crescer, existirá espaço para esses dois tipos de negócio? Se sim, qual dos dois será majoritário?


foto Ari Brandy
Considero o ano de 2007 um marco na mudança de concepção do negócio livraria. Explico-me. Nesse ano é inaugurada a loja da Livraria Cultura no Conjunto Nacional em São Paulo; uma loja de 4.300 m². Até aí nada de mais se junto não viesse a inauguração de um TEATRO dentro da livraria, o Eva Herz. Em 2010, por ocasião do terceiro aniversário, foi divulgado que passaram por esse teatro 100 mil pessoas, nas suas mais diversas atividades culturais como palestras, shows, encontros, trasmissões ao vivo de programas rádio, projeções, leituras, cursos e peças de teatro, de textos infantis e adultos. Essas 100 mil pessoas para chegarem ao teatro passaram por dentro da livraria. Logo, dá para imaginar e com certeza quase que absoluta, que uns 100 mil produtos foram vendidos para essas pessoas.

Em 2010, em 3 de setembro, a Livraria Cultura volta a surpreender com a inauguração do Cine Livraria Cultura, que faz parte do complexo cultural que vem sendo construído no Conjunto Nacional, na Av. Paulista. Além da grande loja de 4.300 m², ainda existem a loja de Artes e três lojas customizadas e administradas pela Livraria Cultura: a loja da Companhia das Letras, a do Instituto Moreira Sales e a da Record.

Voltando à questão do teatro, essa ideia surgiu na Grécia há mais de 2.500 anos e permanece viva nas sociedades atuais. Atrevo-me a dizer que, simbolicamente e no imaginário das pessoas, teatro remete a cultura, assim como cinema remete a diversão. Como em 2010 a Livraria Cultura inaugurou mais dois teatros nas lojas de Brasília e Salvador, e já divulgou que a loja a ser aberta no centro do Rio em dezembro de 2011 também terá um teatro Eva Herz - será o quarto da rede -, creio que este processo confirma a criação de um novo modelo de negócio para o segmento das livrarias.

E qual é ou seria esse novo modelo de negócio? É um modelo de negócio em que o foco é a prestação de serviços dentro de um polo de atrações culturais e não a venda de produtos. A venda do livro será uma consequência. Dará certo?

sexta-feira, 18 de fevereiro de 2011

Saiu na mídia #5 Amazon, WalMart e e-books derrubam a Borders

Segunda maior livraria americana pede concordata e vai fechar cerca de 200 lojas.

Por Daniela Barbosa da Exame.com, publicada em 16.02.2011

O Bordes Group, segunda maior rede de livrarias americana, anunciou nesta quarta-feira (16/2) seu pedido de proteção contra falência ao Tribunal de Falência dos Estados Unidos.

A companhia vai fechar, nas próximas semanas, 30% de suas lojas, isto é, cerca de 200 unidades. A rede tem atualmente 644 pontos de vendas distribuídos em 48 estados americanos. As  lojas que vão baixar as portas estão com desempenho abaixo do esperado pelo grupo.

O e-book (livro digital) e o número crescente de leitores eletrônicos também são apontados como responsáveis pela decadência da livraria, uma vez que a rede não teve capacidade de acompanhar a modernização do varejo de livros nos Estados Unidos.  Segundo o The Wall Street Journal,  a Borders não conseguiu desenvolver uma estratégia bem-sucedida no meio digital, principalmente em um momento em que o e-book é o segmento que mais cresce no universo editorial.

A rede até chegou a vender alguns modelos de e-books em suas lojas, como o Kobo, o Sony Pocket Edition e o AnyBook, mas nenhum foi capaz de desbancar a fama do Kindle, comercializado pela Amazon, e do Nook, da  Barnes & Noble, que criou a sua assinatura no produto.

Desde 2001, a rede vem dando sinais de que os negócios não estão bem. Nos últimos cinco anos, os papéis da companhia apresentaram quedas constantes. A Borders foi obrigada a reduzir de 35.000 para 19.000 o número de seus funcionários. As dívidas do grupo somam mais de 200 milhões de dólares. Cerca de 90% desse valor refere-se a débitos com fornecedores.

No ano passado, na tentativa de se reerguer, a rede reformulou seu site, com a aposta em crescer nas vendas online, mas não foi capaz de desbancar a Amazon . No mesmo ano, a varejista vendeu sua linha de artigos para papelaria por 31,2 milhões de dólares, boa parte do valor foi usado para reduzir dívidas. Nos primeiros nove meses de 2010, a companhia acumulou prejuízo de 143,7 milhões de dólares.

A Borders nasceu como um sebo no início da década de 70, em Michigan. A rede foi criada pelos irmãos Tom e Louis Borders. Em 1992, a varejista, que já tinha se consolidado no mercado de livros, foi vendida para a Kmart, dona também na época da rede de livraria Waldenbooks.

Para tentar se reposicionar no mercado e honrar os 40 anos de tradição, a companhia aguarda agora a aprovação do Tribunal de Falência americano da liberação de um empréstimo no valor de 505 milhões de dólares concedido pela GE financeira.

A Volta do Projeto de Lei 7.913

E não é que o Dep. Bonifácio Andrada conseguiu voltar à Câmara dos Deputados! Assumiu, como Suplente, o mandato de Deputado Federal na Legislatura 2011-2015, a partir de 04 de fevereiro de 2011, em virtude do afastamento do Deputado Federal Narcio Rodrigues, que se licenciou do cargo para ocupar a Secretaria de Estado de Ciência, Tecnologia e Ensino Superior (Sectes) de MG.

Em post datado de 2 de Janeiro deste ano intitulado "Projeto de Lei proíbe livrarias de selecionarem os livros que vendem" (leia aqui), escrevi sobre esse PL 7.913 que poderia vir a complicar ainda mais o desenvolvimento do mercado do livro no Brasil. Como o Dep. Bonifácio Andrada não foi eleito em 2010, o projeto foi automaticamente arquivado em 31 de janeiro de 2011 (leia aqui).

Dia 15 de fevereiro o Dep. Bonifácio Andrada apresentou o REQ 357/2011 e solicitou o desarquivamento do PL 7.913, o que foi concedido pela Mesa Diretora da Câmara dos Deputados no dia 17 de fevereiro.

E, assim, inicia-se mais um round nesta luta para mostrar que o autor do referido Projeto de Lei, não conhece a realidade do mercado editorial e livreiro no Brasil. Seria bom se CBL, Snel, ANL e outras instituições do livro se posicionassem sobre o assunto, antes que se corra o risco de, por um descuido, esse PL virar Lei.

quarta-feira, 2 de fevereiro de 2011

Arquivado Projeto de Lei 7.913

Em post no início de Janeiro deste ano intitulado "Projeto de Lei proíbe livrarias de selecionarem os livros que vendem" (leia aqui), escrevi sobre esse PL 7.913 que poderia vir a complicar ainda mais o desenvolvimento do mercado do livro no Brasil. O assunto rendeu bastante no twitter e em vários blogs, além de matéria de Raquel Cozer no Caderno 2 do Estadão, depois reproduzida no seu blog, A Biblioteca de Raquel.

Pois bem, para felicidade geral do mercado (imagino eu), o tal Projeto de Lei 7.913 do Dep. Bonifácio Andrada foi ARQUIVADO. Como isso aconteceu?

O período de quatro anos de mandato dos deputados federais chama-se legislatura. Dia 31 de janeiro de 2011, terminou a 53ª legislatura. Pelo Regimento Interno da Câmara, com o encerramento de uma legislatura são automaticamente arquivadas todas as proposições em tramitação na Casa. Foram exatas 9.269 e, dentre elas, o PL 7.913.

Só podem seguir tramitando as propostas que atendam algum dos seguintes itens
:
a) as que já têm pareceres favoráveis de todas as comissões a que foram distribuídas e as apensadas a elas;
b) 
aquelas já aprovadas pelo Plenário em turno único, em primeiro ou em segundo turno e as apensadas a elas;
c) as de autoria do Senado ou que já tenham tramitado por lá e suas apensadas;
d) propostas de iniciativa popular, ou elaboradas pelo Executivo, pelo Judiciário ou pelo procurador-geral da República e suas apensadas.
O PL 7.913 não se enquadra em nenhuma delas.

As propostas arquivadas podem voltar à tramitação caso seu autor seja reeleito e solicite o desarquivamento nos primeiros seis meses da nova legislatura. Como já mencionado no post de 2 de janeiro, o Dep. Bonifácio Andrada NÃO foi reeleito. Ele é o 2º suplente da bancada do PSDB de MG. Portanto, para que o tal PL 7.913 fique de vez arquivado, é torcer para que ele não venha a assumir nenhuma vaga na Câmara nos próximos seis meses, seja pela saída (por qualquer motivo) ou morte de dois deputados colegas seus de bancada.


De como chegamos a este estado de coisas

  Em 11 de janeiro de 2020 foi registrada, na China, a primeira morte por Covid-19. A população mundial hoje está na ordem dos 7,8 bilhõ...